El primer día que la lluvia me gustó.

A veces me pasa, que me levanto en cámara lenta y de espectadora.
Me levanto y hay paz y eso es lindo y lo quiero disfrutar.
Días en los que no tengo ganas de hablar, días con sueño, como con modorra. Días en los que pongo el piloto automático para que se encargue de la rutina así yo puedo quedarme sentada dentro mío pensando, dialogándome.
Días en los que la persona que parecía más distante, más diferente, más impensada, es la que más me llega, la que más me entiende, la que más pienso.
Hoy es un día así. Quizás, el primer día en el que la lluvia me gustó.